Uno de los aspectos que permite mejorar la gestión del tiempo es sin duda la forma en que trabajamos con el correo electrónico. Es un error muy común dejar los correos en la bandeja de entrada y consultarlos en ese apartado cuando queremos recuperarlo. No es lo correcto. Como bien dice su nombre, es un espacio para la "entrada" pero no para almacenarlo. Cada correo hay que procesarlo: eliminarlo, responderlo cuando consideres oportuno o cambiarlo de carpeta (para su almacenaje)
En próximos post iré dando consejos adicionales para la gestión del tiempo que espero que te ayuden.
En el caso que nos ocupa te cuento un truco que a mi me ayuda bastante. Al final de cada día entro por última vez a mi bandeja de entrada y en un tiempo de 7 minutos me obligo a contestar a los correos que no he respondido (si eran urgentes e importantes ya debieron ser respondidos durante el día), borro aquellos que no me interesan y almaceno los que sí.
Es una tranquilidad saber que pase lo que pase durante el día siempre tengo esos 7 minutos para atender el correo.
